“¡Pero
qué coño de bus, si yo tengo coche, yo ya no estoy
para viajes incómodos!”, exclamaba un paisano al bajar
de la bodega cuando se le preguntó por su opción de
voto. A pesar de la aparente apatía, el acontecimiento ha
despertado gran expectación, pues como ya ocurrió
en Florida en las anteriores legislativas, estos votos podrían
resultar claves.
Los demócratas, a los que representa
la mascota de un burro, la de los republicanos es un elefante, creen
en el apoyo mayoritario de los vecinos del pueblo por aquello de
las coincidencias, pero lo cierto es que no hay nada decidido, como
demuestra aún algún comentario despistado de la gente
“¿Qué dices? .. ¿que es para las elecciones
de Estados Unidos? ..., ¡pues claro que estamos unidos!”.
La campaña se prevé intensa y hay
tiempo para todo. De momento, en un gesto de cordialidad sin igual,
las peñas han ofrecido sus furgonetas como vehículos
para la gira que realicen. Pero es que los lazos de colaboración
han llegado hasta puntos insospechados, ya que el conocido por todos
como Karra va a prestar sus servicios como jefe de campaña
Kerry (les unen muchas letras en común).
Además, para facilitar al máximo
la participación, está previsto que se establezca
un sistema de voto por correo electrónico. Todo el dispositivo
correrá a cargo de Guillermo Puertas (también conocido
como Bill Gates), que se ha prestado para la ocasión.
Uno de los temas estrellas de la campaña
girará en torno al polémico vinoducto que une los
pueblos de Santa María y Ciadoncha. De confirmarse la existencia
de armas de destrucción masiva en la localidad vecina, las
estratégicas reservas de vino de las bodegas podrían
estar en serio peligro, lo que daría pie a la posterior escalada
de precios, como ocurre con el petróleo.
De las promesas de Bush y Kerry respecto a esta
materia es muy probable que se decante el voto del electorado por
uno u otro candidato, a pesar de que después de probar algunos
chatos de vino, el líder de los republicanos exclamara un
"¡Por favour, dadmei vuestras votas, burros!"
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